Hoy no hablaré de nada más objetivo y humano que la percepción que tiene uno mismo de su realidad porque la psicología estudia al ser humano, así pues la percepción de la que voy a hablar muchos la llamarán subjetiva, pero no es más que la expresión de lo que mi mente está representando.
Hoy me he parado a escribir tras 5 días de «aislamiento» en Canarias, donde me limito a aprender sobre mí misma y a cuidar mi estado de salud. Podríamos decir que estoy haciendo un curso para seguir creciendo y ofrecer lo mejor de mí a mis pacientes, alumnos y clientes.
Me acabo de sorprender puesto que subrayaba mis apuntes de máster con la mayor tranquilidad del mundo escuchando de fondo la maravillosa música de piano mientras pensaba en bajar a la playa a disfrutar del viento y del ruido del agua. No he hecho más que disfrutar de los pequeños placeres de la vida, he mirado al cielo y he redescubierto el placer de correr sin prisa, sin tener que mirar el reloj. He redescubierto cuanto me importa mi familia y cuanto no me importa el resto de la gente, porque las personas van y vienen y lo importante es sentirse a gusto en el momento presente con quien te rodea. He descubierto todo lo que me han aportado mis niños, «Aprende a estudiar» me ha enseñado a confiar en mí misma, a confiar en mis pequeños. Sé que los echaré de menos todo este tiempo.
Supongo que no hay mucho que pueda aportaros esta entrada, simplemente mi percepción de que hay que parar de vez en cuando, hay que ralentizar el motor, porque a veces avanzamos mucho más así que forzando la máquina y lo más importante de todo, hay que disfrutar de lo que se hace.
Aprovecho para contaros los nuevos proyectos en mente que me harán disfrutar:
1. Aprende a estudiar llegará a todo Castilla y León
2. Crearemos un nuevo proyecto que combinará la enseñanza con caballos de habilidades sociales y emocionales y las habilidades de aprendizaje
Gracias a los que se alegran de mis logros, y a los que no, también, me dais señas de que estoy haciendo las cosas bien 😉