Esa sensación de poder avanzar, de no detenerte. Solo el deporte te da la oportunidad de sentir que tus músculos no pueden más pero que siempre hay algo de energía para poder realizar el último spring. Y cuando terminas, cuando realmente lo has conseguido, tu cuerpo entra en un estado de éxtasis, de gran y auténtica satisfacción.
Grande la vida, grande el ser humano, cuando parece que no hay más energía para vencer a la nueva adversidad, siempre hay algo reservado para ganarle y sentirse vivo otra vez.